¿Qué hace una hormiga en un microondas? Pues servir a la ciencia, y tranquilidad desde ya a los protectores de especies no amenazadas y que ellos mismos sin querer van pisando con los pies en un día normal. Hay especies de animales e insectos que llevan en la Tierra desde muchos millones de años antes de que nosotros evolucionásemos y nos convirtiésemos en homo sapiens. Cuántas veces nos habrán dicho eso de que si hubiera una explosión nuclear que afectase a todo el planeta, las cucarachas seguirían sobreviviendo. Pues las hormigas probablemente se quedarían cerca de sobrevivir, al menos en este experimento sacan a relucir su inteligencia innata e incluso las ponemos a hacer ejercicio para estar en forma. ¿Que quieres saber cómo obligar a hacer ejercicio a una hormiga? Pues muy sencillo, lo único que hay que hacer es poner a una hormiga dentro del microondas de tu casa, por ejemplo durante 30 segundos o menos (para evitar daños en el microondas, que es lo único que peligra aquí en este experimento). Abre la puerta del aparato y comprueba cómo la hormiga está tan pancha correteando por el plato giratorio y encima sale más fuerte y sana. ¿Por qué? Pues la respuesta está en la forma en que las hormigas detectan los puntos de frío y calor gracias a sus antenas y su estructura. Cuando colocamos un alimento en el microondas, la función del plato giratorio es la de distribuir de forma uniforme los puntos de calor por todos los alimentos en el interior. Pero un alimento no puede moverse. Las hormigas gracias a su tamaño, además de detectar los puntos de calor de las microondas, pueden sortearlos de tal forma que nunca llegan a tocarles. Si viésemos a la hormiga dentro del plato giratorio podríamos ver cómo camina y se va ladeando de un sitio a otro sorteando estos puntos, vamos, haciendo ejercicio. Si quereis tener un ejército de hormigas fuerte e insuperable para competir hasta con la mismísima Hormiga Atómica de nuestra infancia, ya sabeis, nada mejor que entrenarlas con un aparato casero de primera necesidad.
