Cada noche que se emitía la serie «Sin tetas no hay paraíso», recuerdo con una sonrisa a las chicas de mi trabajo, según se acercaba la hora de salir, cuando se ponían a decir que si «qué bueno que está el Duque», «yo quiero un hombre así» y demás lindezas. Vamos que muchas de las cosas que decían se quedaban cortas comparándolas con las barbaridades que puede llegar a soltar por su boca un obrero de construcción en un andamio. Ayer volví a acordarme de todas ellas, pero no fue una mujer quien tuvo el placer de besar a Miguel Ángel Silvestre en esta ocasión, sino que en una pequeña interpretación en la que ambos se acercaron frente con frente, Pablo Motos tiró ‘palante y ladeó la cabeza pegándole un morreo. Miguel Ángel se sorprendió pero no se retiró tampoco. Un momento muy divertido en la noche especial de estreno de la serie de las galerías «Velvet». Os dejo con el video.